DDE VI. CAPÍTULO 3

Al darse cuenta de la desconfianza de Goti, Anthea trata de hacerlo entender que está paranoico y no tiene razones para dudar de ella. Pero al no poder convencerlo ella finalmente se burla de él. Lo ataca, pero él no puede contraatacar pues parece que nada le hace daño. Después de recibir varios ataques consigue por fin atacarla y se da cuenta que traspasa su cuerpo.

—Tú no eres real —susurra.

Ella entonces cambia de forma. Muta, alargando su quijada y sus extremidades.

—Los miedos son muy reales —ríe.

Lo acorrala en un extremo donde descubre una fosa con cuerpos putrefactos. Consigue burlarla, volcando una vitrina y al romperse los frascos caen bebés que mueren en el acto. Corre y divisa una figura. Antes de que la bestia lo alcance lanza un cuchillo y la figura se revela en intermitencias.

Se trata de Luz, a quien ha herido en el hombro. El monstruo parpadea y, aunque Luz trata de confundirlo, él se lanza a ella y la tira. Antes de que pueda tocarlo y que la bestia se lance a su espalda, él le clava una mano al suelo y luego la otra. La bestia desaparece y Luz se rinde. Derrama un par de lágrimas y suplica que la mate, pero él sólo la deja allí.

Vuelve a la máquina del centro y la usa para abrir una compuerta que saca una camilla con Anthea sobre ella. Él se acerca, la desconecta y cuando ella recobra la consciencia se echa a llorar en sus brazos. Como no puede caminar Goti la lleva en brazos. Antes de salir Luz, en el suelo, le advierte que él no puede ser su héroe, pues sigue siendo un reprogramado. Él la ignora y se marcha.

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Adam despierta sobre la yerba, sintiéndose adolorido. Se da cuenta que está sobre la desviación hacia Rustic Village, el pueblo del que les habló Larry Sledman, y que Erin está más adelante, temblando. La lleva en brazos al camino y un coche se detiene, ofreciéndose a llevarlos. La conductora es una mujer rubia y joven.

Al llegar al hospital los atiende una enfermera. Adam les cuenta que estuvieron en un accidente y ellas mencionan el sonado accidente del día anterior en la carretera principal. Aparece el doctor, Tobías Sledman, y se queda con Erin y Adam para atenderlos. Adam afirma que Erin sufre problemas cardíacos para encubrir que está mal por los efectos del antídoto. El doctor desconfía de él, pero le inyecta calmantes a Erin y le pide que la deje descansar aquí esta noche. Al salir, la joven del auto, que se presenta como Brooklyn, le da su número y le ofrece su ayuda, además de posada en su casa, que es un pequeño hostal, cuando salgan del hospital.

Al día siguiente, Erin despierta y Adam le explica lo que pasó. Ella está inquieta por ir a buscar a sus amigos, pero Adam le pide recuperarse primero. Discuten un poco, pero cuando a ella le ruge el estómago él decide que comerán algo primero. Al salir él llama a Brooklyn y en un taxi llegan al hostal, situado en un enorme rancho en la periferia del pueblo, rodeado de bosque y varias hectáreas de cultivos. Los recibe Ursula y el mismo Larry Sledman, que son dueños del lugar y padres de Brooklyn. Les ofrecen en caridad quedarse en la habitación común que en realidad está vacía. Brook los lleva y les dice que les traerá comida.

Erin se mete a bañar y, al pasarle ropa limpia, Adam la contempla sin querer en la ducha, sintiendo por primera vez deseos eróticos hacia ella. Luego, cuando él se ducha, Erin hace zapping en la televisión y ve que en las noticias se dice que las bestias han abandonado la ciudad y ésta ahora se dedica a recuperarse de los terribles daños, mientras el peligro se expande hacia las zonas rurales periféricas y amenaza con avanzar hacia el resto de Norteamérica. Cuando Adam sale, Erin comenta que el grupo de Loward ha logrado lo que buscaba: poner al mundo en caos, a la gente en pánico y a los prodigio en la mira del país. Adam dice que seguramente se marcharon de la ciudad porque los están buscando a ellos. Esto tranquiliza un poco a Erin, pues ya no teme tanto por sus amigos y el Instituto.

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Al ponerse a salvo, el grupo deja ir a los soldados a petición de Miles, ya que Evan quería regresarlos al Instituto. Después siguen su camino tras la pista de Adam y Erin. Se dividen las armas.

En el coche de atrás van Logan, Calvin, Elena, Belle y Gethin. Charlan y Logan insinúa la atracción entre Elena y Belle, lo que las abochorna. Gethin les cuenta un poco su historia y al escuchar que la hermana de Belle murió hace mucho, Elena toma su mano.

En el auto de enfrente van Evan, Terry, Miles y Diane. Miles informa que ha perdido el rastro, pero tiene su última ubicación. Terry se molesta, pues están perdiendo el tiempo buscando a esos traidores. Diane y Terry discuten y al final Evan calla a Terry, recordándole que es su superior.

Al ver por la ventana, cuando entran a un campo abierto alrededor de una montaña, Diane divisa unas bestias que los siguen. Informan al otro auto y sacan ametralladoras. Tratan de defenderse, pero son cada vez más. Varias bestias alcanzan el auto de atrás y Miles recalca que no deben llevarse a Belle y Geth. Terry sale por el sunroaf y dispara el lanzamisiles, liberando el otro coche. Pero las bestias se lanzan al delantero y una le da un zarpazo a Terry en la cara. Cae dentro y medio rostro se le cae a cachos. Las bestias se centran en este coche y terminan volcándolo por el acantilado, haciéndolo girar y destruirse. El otro coche regresa para buscarlos, pero las bestias lo desvían, haciéndolo caer también. Éste no vuelca, pero se estampa contra las rocas.

Cuando Diane recobra el conocimiento ya la han sacado del auto destruido. Terry está inconsciente en el suelo, Evan sentado con una herida en la cabeza, mientras los demás tratan de sacar a Miles. Se rinden, pero Diane insiste y al sacarlo ven que ha perdido una pierna y la otra está desgarrada. Lo llevan a cuestas hasta la mansión que habían visto a lo lejos. Cruzan el muro que la rodea, colocando una madera en el portón para cerrarlo, y al entrar a la casa colocan a Miles y Terry sobre unas mesas. Mientras Elena atiende a los heridos con ayuda de Logan, son Calvin, Gethin y Belle quienes van a explorar la casa y Belle vuelve con un botiquín. Calvin y Geth regresan para informar que han encontrado un auto en la parte trasera.

Elena informa que debe amputar la pierna de Miles para que no se desangre. Prepara todo y usa un cuchillo de Evan, luego Diane debe usar una antorcha para cicatrizar la herida, pero no es capaz, así que Geth lo hace. La siguiente hora pasan esperando. Elena cura las heridas de Evan y Diane. Todos comentan que esa casa debió haber sido abandonada a las prisas cuando las bestias comenzaron a salir de la ciudad. Convienen en que deben salir de aquí, pero que al auto le hace falta gasolina.

Diane y Elena tratan de bajar la fiebre de Miles, pero éste tiembla y se pone pálido, sus heridas se abren constantemente y al cabo de las horas, luego de su agonía, Miles deja de respirar. Diane llora sobre su pecho y todos guardan silencio. Después de largos minutos, Diane se levanta y, con decisión, dice que deben conseguir la gasolina.

Evan, Calvin y Diane deciden ir a recuperar los bidones del auto militar. Se preparan y salen al exterior. Evan los guía y al llegar al auto ven a varias bestias merodeando. Evan se acerca mientras lo cubren. Una bestia se acerca y Diane arroja una roca lejos para distraerla. Los tres toman un bidón cada uno y regresan, pero en el camino una bestia atrapa a Diane, quien se cubre con el bidón que la garra del monstruo rompe. Evan dispara a la bestia y todos corren al portón. Al intentar cerrar, las bestias empujan y Diane usa su arma para golpearlas. Cierran, pero las bestias escalan. Arriba hay un alambrado eléctrico y Evan ordena a Calvin ir a encenderlo mientras él resiste. Diane y Calvin corren hacia la escotilla al sótano. Abajo Calvin logra activar la electricidad. Diane, que está afuera, vuelve con Evan, pero varias bestias ya se han colado. Evan se oculta en una caseta mientras Diane dispara para ayudarlo. Una bestia corre hacia ella, así que ella huye hacia la casa.

Pero entonces, en la puerta, divisa de pie a Miles, descalzo y con el pantalón roto. Diane se detiene, shockeada, y la bestia la derriba. Trata de defenderse, pero entonces Miles salta sobre ella y se lanza contra el monstruo, despedazándolo. Luego se incorpora y ve a las demás bestias tratar de alcanzar a Evan. Varias corren hacia Miles. Él exhala con fuerza, sus ojos se vuelven negros y desprende un aura de poder. Los cristales se rompen, el pasto muere, la caseta se viene abajo, los cimientos cimbran, las bestias caen muertas. Diane, que se había incorporado, cae inconsciente por el golpe de energía.

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Por la noche, en una abertura oculta de la cueva, Goti resguarda a Anthea. Está herido, pero asegura que estará bien. Le informa a Anthea que siguen dentro de la guarida, y al hablar de los bebés Anthea le cuenta lo que pasó cuando fue secuestrada por Loward cuando era niña, que creía que seguían intentando replicarla, pero ahora sabe que a quien quiere clonar es a Adam. Le explica que si lo logran tendrán todo un ejército del ser potencialmente más poderoso del mundo. Goti afirma que deben destruir esa sala, pero Anthea suelta a llorar al pensar en volver a bajar. Goti la consuela hasta que se duerme.

Luego se aleja para buscar señal y contactar a Miles, pero bajo tierra es imposible.

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Esa misma noche, Erin mira la ventana mientras llueve. Adam entra a la habitación con café y ella le cuenta que no sabe nadar, mirando la piscina. Él le ofrece enseñarle y ella le dirige una sonrisa y un gracias que se notan forzados. Molesto, él la encara y le pide que no sea falsa con él.

—¿De qué mierda estás hablando? —ella se molesta—. Sólo estoy tratando de ser amable.

—¿Amable? ¿Como una persona educada con un extraño? —él se queja.

—¿Qué esperabas? Después de haber desaparecido y de haber hecho todo lo que hiciste —le reclama.

—Así está mejor —responde él.

Ella le reclama por ser egoísta y no escucharla, pero Adam afirma que la está protegiendo. Ella dice que no necesita eso y Adam la reta.

La lleva a una habitación abandonada y le dice que si le gana sin usar sus poderes dejará de intentar controlarla. Luchan, pero ella va perdiendo y su poder aflora. Adam la retiene y ella se cubre la cara para calmarse. Él la toca, pero ella lo aparta y sale corriendo. Frente a la salida trasera que da a la piscina arroja el collar de Adam y llora en silencio. Aparece Larry y al descubrirla ella le cuenta un poco de su relación con Adam, negando que sean pareja. Larry afirma que, aún con las peleas, se cuidan el uno al otro. Charlan un poco y al irse le regala una ciruela de las que ha recogido hace rato, ya que ella no las ha probado nunca.

Erin, más tranquila, recoge el collar y se sienta frente a la piscina. Aparece Adam, se sienta a su lado y se disculpa, reconociendo que sabe el daño que le ha hecho y los errores que ha cometido, pero lo único que puede hacer ahora es intentar protegerla, aunque seguro muchas otras personas estarían dispuestas a hacerlo. Erin afirma que no podría reemplazarlo pues, aunque no sabe cómo, hay un vínculo entre ellos que tiene que ver con sus poderes.

Al final se relajan un poco y Adam entra a la piscina para enseñarle a nadar. Aún con frío, ella acepta. Se aferra a sus hombros y pasan largo rato en el agua. Adam le cuenta anécdotas de la escuela militar, donde aprendió a nadar, y a ella le resultan tristes.