DDE II. CAPÍTULO 1



La mujer de elegancia exorbitante saluda a Erin y a Adam, pero al preguntar por Wallace ellos le explican lo que pasó en el tren. Anthea se queda un momento pensativa, luego les pide que la sigan hacia su oficina en la parte de atrás. Allí les explica que no cree que Wallace esté en peligro de morir, sino más bien piensa que pueda estar exponiendo su seguridad y la de la confidencialidad del Instituto que por tanto tiempo ha protegido con riguroso recelo. Finalmente llegan a la conclusión de que deben comenzar las investigaciones para encontrar el paradero de Otto.

Luego de esto Adam y Erin salen a la parte frontal de la casa y suben a la planta alta. Allí encuentran dos habitaciones abiertas donde se instalan. Erin deja sus cosas y va a ver a Adam, que está tumbado sobre una gran cama. Éste le dice que no planea esperar tanto tiempo para buscar a Otto.

Hablan un momento sobre el asunto hasta que escuchan unos ruidos afuera de la habitación, así que Erin se asoma y ve a un grupo de jóvenes que salen corriendo en cuanto la ven. Adam entonces le dice que, sobre todo, no podrá aguantar mucho tiempo aquí con un montón de mocosos husmeando por allí. Entonces aparece un chico pelirrojo de detrás de su cama, molesto, preguntándole a quién llama mocosos. Entonces aparece en el umbral de la puerta un grupo de chicos que los tratan de manera altanera.

Se trata de cuatro personas: el pelirrojo, un pelinegro de cabello a media espalda y rostro andrógino, un moreno alto y fornido y una chica de cabello rosa. Los cuatro parecen muy intrigados por los nuevos, sobre todo por Adam, que parece demasiado molesto. Éste, harto, camina hacia ellos y les cierra la puerta en la cara. Sin embargo, después de un rato el chico pelirrojo vuelve a aparecer de detrás de la cama. Adam, enojado, camina hacia él, pero entonces el resto vuelve a abrir la puerta. El pelinegro lo llama engreído y comienzan a discutir. Entonces el moreno se une a la pelea y reta a Adam. Él, ya enojado, accede, pero antes de que se atrevan a tocarse Erin los detiene con un campo de fuerza, arrojando a ambos hacia atrás.

El chico, impresionado, respeta la decisión de Erin, pero el joven andrógino la comienza a cuestionar, pidiéndole con detalle e incredulidad que le explique cómo es que consiguió esos poderes. Erin se niega y les pide que se vayan, pero él se enfrenta a ella. Sin embargo, antes de volver a discutir, aparecen los gemelos rubios de antes.

La chica posa una mano sobre el hombro del andrógino, mientras el chico lo llama impertinente. Ambos convencen al grupo de que deben dejar en paz a los nuevos, pues son de la confianza de Wallace y éste es de la confianza de Anthea. El andrógino se suelta bruscamente de la mano de la chica y les cuestiona cómo es que pueden confiar en los nuevos tan fácilmente. La rubia les dice que es porque pueden. El hermano les explica que es porque ella puede sentir que son buenos (aparentemente los gemelos poseen una especie de poder).

Cuando el andrógino se gira hacia Adam y Erin, preguntando por el paradero de Wallace, después de que el pelirrojo dice que no lo han visto aún y la pelirrosa que ni siquiera lo vieron llegar, Adam les dice que fue secuestrado y que sus planes son buscarlo, no peleando con niños. Todos se quedan callados, aparentemente impactados y sintiéndose culpables. Los gemelos por fin los corren del cuarto. La chica les asegura a Erin y a Adam que esos chicos son buenas personas, pero están asustados, tratando de justificar su comportamiento. Después de prometerles que los ayudarán en cualquier situación y que si necesitan algo los llamen, finalmente los dejan solos.

Cuando se van Adam suelta maldiciones al grupo de intrusos, a Anthea y al propio Otto por mandarlos a ese lugar lleno de chalados. Luego se mete a bañar, mientras Erin se queda pensando que ellos no son los únicos que están asustados, mirando de reojo la puerta del baño, haciendo alusión a que él también lo está.

~▪️~

Poco después, en el despacho de Anthea, ésta se concentra en su ordenador, con expresión preocupada.

—Wallace es muy inteligente... o muy estúpido —comenta ella.

—Eso depende del resultado de sus locuras —le responde alguien a sus espaldas.

Apoyado en la pared, con los brazos cruzados sobre su pecho, está el chico andrógino de antes.

—Sus locuras siempre son impredecibles —responde ella, quitándose los anteojos.

El chico camina hacia ella y posa sus manos en el respaldo de la silla donde está sentada ella.

—Al menos ya estamos un paso adelante —comenta ella, mirando la pantalla, donde se ve una ubicación de GPS.

El chico comenta que no es necesario que los dos chicos nuevos estén allí. Anthea se levanta, llamando al andrógino Goti, y le dice que su deber es protegerlos, no rivalizar con ellos. Goti argumenta que ellos sólo harán todo más peligroso dado que el enemigo va detrás de ellos, así que sería más conveniente mantenerlos al margen. Anthea argumenta que sólo ellos podrán entrar al Área 28.

—Aun así, ¿por qué llevarlos al resto del viaje? Nosotros podríamos solos —dice él.

Anthea le explica que así Wallace lo quiso, y que él es la voz de la experiencia y la razón. Goti está en contra de esa decisión. Discuten un poco y luego de un rato de silencio y tensión Goti suelta con brusquedad que él es "ese sujeto", refiriéndose a Adam. Anthea sonríe.

—¿Lo has notado?... Es una curiosa coincidencia —comenta ella con una sonrisa más bien triste en los labios.

Ella se aleja pero Goti le advierte que si ese sujeto (Adam) llega a causarle algún problema a ella, no se tocará el corazón para matarlo.

—No lo harás —sentencia ella con autoridad, explicándole que esa no es su decisión y que lo que están haciendo es por el bien común.

—Esas son palabras de Wallace, no tuyas —reclama él.

—Son palabras de justicia —dice ella.

Luego le dice que todo este asunto no es nada personal.

—¿No es personal? —suelta él con ironía, acercándose un paso más a ella—. A mí no me importa Wallace, ni su gente, ni esos niños del Instituto —dice mientras se acerca a ella, mirándola a los ojos—. Si hago esto es sólo por ti.

Se miran intensamente por largos segundos.

—Entonces, por mí, obedece lo que te digo —sentencia ella.

Goti, molesto, se cruza de brazos y, a regañadientes, promete tratar bien a los nuevos. Anthea, complacida, se dirige con él hacia la sala de reuniones.

Una vez allí se encuentran con Adam, Erin y los gemelos que ya los están esperando. Anthea les ofrece café y una merienda. Poco después llegan los otros tres chicos. Ella, entonces, comienza por presentarlos: el moreno fornido es Stanley, el pelirrojo se llama Chris y la chica de pelo rosa Diane; también les presenta a Goti y a los gemelos, que son Leo y Luz Kagee.

Luego de esto comienza a hablarles sobre el plan de acción. Básicamente, explica que desde hace tiempo que grupos hostiles, ahora aparentemente infiltrados en el gobierno, están tras la pista de Wallace y de su Instituto, a partir del descubrimiento de las investigaciones secretas del doctor Favcosky. Ella sospecha que esto a sido a causa de varios espías infiltrados en instituciones gubernamentales, en especial en uno que se hace pasar por científico de un centro de investigación genética llamado Damon Loward, identificado como un ex científico militar de orden privado que tuvo contacto directo con los proyectos e investigaciones de Wallace en la época en que iniciaba el instituto. Este hombre podría ser la razón por la que Wallace se dejó atrapar por el enemigo en el tren y, probablemente, quien sepa más sobre la información que se ha filtrado dentro del gobierno. Tal vez el objetivo de Wallace era precisamente encontrarse con él.

Si esta teoría es correcta todavía pueden lograr deshacerse de la información filtrada antes de que llegue a manos de verdaderos altos mandos. Sin embargo, también es peligroso, puesto que no están seguros de los fines con los que quieran tratar las investigaciones del Doctor Favcosky.

Su misión es descubrir qué cantidad de información se ha filtrado, ya que es preciso saber si sólo se cuenta con información del Instituto de Wallace o si ya poseen las investigaciones del laboratorio de Wallace, donde está toda la información que recopiló el doctor Favcosky. Esto, y encontrar a Damon Loward con la esperanza de detener cualquier intención de difundir información y prevenir cualquier eventual experimentación próxima, son las prioridades.

Para comenzar con las investigaciones Anthea divide dos equipos. Uno de ellos se encargará de revisar la zona que rodea la isla Plum, donde explica que sabe que se encuentra Otto gracias a un sistema GPS que lleva consigo desde hace años y que sólo personas de su confianza conocen. Es posible que con él se encuentre Damon. El otro equipo se dirigirá de vuelta al Área 28, en Massachusetts, esperando la información recopilada en Nueva York para ingresar y destruir los rastros de experimentos que dieron comienzo en el sector 6.

Pese a las objeciones de Adam, Anthea insiste en que él y Erin, junto con los hermanos Kagee, vayan hacia el Área 28, siendo ellos los únicos capaces de entrar allí sin sufrir daños. Adam, molesto, dice que lo único que le interesa es rescatar a Otto. Goti entonces comienza a discutir con él, pero Anthea lo detiene. Adam sólo accede a ir al Área 28 por petición de Erin, lo que no deja indiferente a Anthea.

Una vez acordado esto Anthea les informa que partirán por la noche, ya que es más seguro viajar de noche, y que esta semana se dedicarán a pulir los detalles del viaje. Chris pregunta si no tendrán más apoyo militar. Anthea contesta que ella misma se encargará de éste, pero que no podrán acompañarlos directamente, pues para pasar desapercibidos es mejor que vayan sólo ellos, siendo poca gente. Sin embargo, se mantendrán a una distancia próxima por si los necesitaran en cualquier momento.

Al final Anthea pregunta si hay algo más que agregar y Adam levanta la mano.

—¿Puedo cambiar de habitación? Creo que hay una madriguera de topos en la mía —refunfuña y mira de soslayo a Chris.

~▪️~

Después regresan a sus habitaciones y en el umbral de la puerta de Erin se quedan hablando un momento acerca del plan de Anthea.

Erin le pide a Adam que no sea agresivo con los demás y Adam dice que él no fue quien comenzó todo. Erin cree que ellos no son malos, sólo tienen una forma extraña de dar la bienvenida. Entonces Goti pasa a su lado y él y Adam intercambian una mirada hostil.

—No estoy tan seguro —contesta Adam.

—No te metas en problemas, bestia —se despide ella, amistosa y bromista.

Cada uno se encierra en su habitación.

Adam entra a su cuarto, se quita la playera y se tumba en la cama, escuchando con audífonos música en su celular. Se queda un rato allí, con los ojos cerrados, hasta que por casualidad los abre y se topa con el rostro de Chris, que está trepado sobre su cabecera. Cuando Adam se quita los auriculares, asustado, Chris comenta que tiene buenos abdominales.

Segundos después Chris es arrastrado fuera de la habitación y arrojado al piso con la nariz sangrando, lo que llama la atención de todos, haciéndolos salir de sus cuartos. Goti y Stan comienzan a atacar a Adam, pero antes de que se puedan hacer daño aparece Anthea y manda a todos a sus cuartos. Luego le pide a Adam que se quede un momento. Ambos salen a caminar al jardín trasero.

Allí Anthea le habla de varios temas; de los años que estuvo cerca de Wallace, del Instituto y de su condición genética.

—Yo no fui alumno del Instituto —la interrumpe.

Anthea lo llama por su nombre completo y le dice que conoció a su padre. Luego le cuenta lo difícil que es vivir en este mundo cuando has pasado toda tu vida protegida dentro del Instituto.

—Te vuelves vulnerable —le cuenta—, como yo, como Erin.

—Erin no es vulnerable... Ella es fuerte —la contradice.

—Sí... Ella ha olvidado la vida en el Instituto, ¿no? —contesta ella.

Luego hablan de él y de su búsqueda de identidad. Anthea no puede evitar derramar lágrimas al tocar la mejilla de él.

—Pase lo que pase... Nunca me arrepentiré de nada de lo que hice —comenta ella.

Adam no comprende de qué habla.

—¿No te parece que esta vida es demasiado corta como para arrepentirse de las cosas? —continúa ella.

Anthea le pide volver, pero Adam le dice que quiere quedarse solo allí un poco más. Anthea se aleja con una sonrisa en el rostro.

—Nunca has estado solo —ella comenta en voz baja.

Adam se gira y la llama. Ella se detiene.

—¿Nosotros... nos conocimos antes? —pregunta él.

—Nunca en esta vida —dice ella, con una mirada cálida.

Al irse, Adam se siente conmocionado.

Al regresar a la casa, Anthea se marea en las escaleras, pero aparece Goti y la ayuda a subir, molesto con ella por haber estado con él.

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