DDE IV. CAPÍTULO 5

Respira pesadamente. No puede ver nada más que lo que tiene enfrente. Es como si su cuerpo estuviera paralizado, pero se mueve. Es una espectadora de sus propias acciones. Está caminando hacia una sala, elegante e impersonal. Se detiene en medio de ésta, observa personas ir y venir. Algunos la examinan. De pronto alguien aparece con un chico amarrado y amordazado a una silla de ruedas. El muchacho tironea y lucha con rabia, pero es inútil. Lo colocan frente a ella. Sus ojos se cruzan con los de él. Cuando él la reconoce suelta un grito de rabia que se ahoga bajo la tela que cubre su boca. Mira con odio a alguien a sus espaldas.

Ella se sienta en una silla que alguien pone detrás suya. Mira fijamente al chico. Él la ve con dolor e impotencia. Trata de decirle algo, pero no puede entenderlo, ni quién es, ni lo que sucede, ni comprende sus propios sentimientos, pero de pronto ve sus propias manos dirigirse a la cabeza de él. Coloca sus dedos en sus sienes y aprieta fuerte. Él parece abatido, pero intenta luchar. Alguien lo sostiene para que no se mueva. Ella continúa.

Algo pasa, lo siente en su interior. Una extraña desesperación le recorre el cuerpo, y un dolor se instala en su pecho. Quiere apartarse, quiere hacer algo, pero no puede. Sólo puede ver al chico apretar los párpados y los puños en señal de dolor. Sabe que es su culpa. Algo desconocido fluye de su cuerpo al de él.

Finalmente el chico parece desmoronarse y colapsa en un ataque de pánico. Ella lo suelta, alguien le tiende una mano y la ayuda a levantar delicadamente. Se marcha sin mirar atrás, pero una lágrima resbala por su mejilla como única señal de que sigue allí dentro.

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En las afueras del Área 20, Erin, Miles y Diane observan el área destruida. Erin afirma que fue obra de Adam, ya que sólo él podría causar un caos así, como el que causó en la mansión. Luego de un rato deciden que regresarán a Boston para buscar la ayuda de la gente del Instituto. Luego Erin le dice a Miles que hablarán con ellos y que dejarán que entre para protegerlo. Miles realmente no lo cree posible, pero accede para mantenerlas tranquilas. Finalmente suben al auto y se marchan de allí. Miles maneja hasta la madrugada. Llegan a una tienda de 24 horas y Miles baja, pero Erin se despierta y lo acompaña.

Pasan al baño y compran café, algo de comida y cigarros. Se quedan afuera del coche para fumar y Erin le menciona que parece preocupado, por lo que al final Miles le cuenta que está perdiendo la memoria paulatinamente, no recuerda bien su infancia y tiene la constante preocupación de que tiene que hacer algo importante antes de morir, pero no sabe qué es. Erin recuerda la foto que le mostró Otto hace tiempo y le dice que tal vez alguien lo ayude a recuperar sus recuerdos algún día. Miles bromea y le dice que de lo contrario ambos terminarán siendo dos viejos con Alzheimer.

—Antes de eso tenemos que patear muchos traseros —responde Erin.

Vuelven al coche y Miles deja que Erin conduzca un tramo de carretera para practicar.

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Más atrás, en la misma carretera, Adam sigue conduciendo directo a Boston. Todos están en silencio, dudosos. Finalmente Gethin rompe el silencio y comienza por preguntarle a dónde se dirigen. Adam les explica que irán a Boston, al único lugar donde pueden ir para ocultarse y para encontrar un buen laboratorio. Gethin y Belle reniegan de ese plan, pero Adam les dice que necesita investigar algunas cosas sobre la información que encontró de ellos y tendrá que hacerles pruebas para extraer lo que sea que tienen en la sangre que los hace tan valiosos para el equipo de Wallace. Entonces tienen una discusión sobre la postura de Adam sobre el Instituto y sobre Wallace, ya que él insiste en que ha sido éste quien los hizo pasar toda la miseria que han vivido los últimos años.

Entonces Gethin le habla sobre lo que vivieron: Belle y él vienen de una provincia del noroeste del país, en una región olvidada por el mundo. La gente allí era muy pobre y un día una agencia contratista llegó con una oferta para trabajar en una granja, comedor y fábrica, con buenos sueldos y posibilidades de crecimiento laboral. La mayoría de la gente pobre acudió. De los 4000 hombres y mujeres que se presentaron como candidatos fueron seleccionados alrededor de 400. Los llevaron a las granjas junto a sus familias, que en total reunían casi 500 personas, meses después del exhaustivo proceso de selección en el que les hicieron pruebas muy raras de salud. Al final todo fue una trampa. Los encerraron en esas granjas como si fuese un campo de concentración, experimentaron con ellos y los asesinaron a todos. Gethin no lo cuenta, pero allí mataron a su prometida Kelly, que también era hermana mayor de Belle. De alrededor de 500 personas sólo sobrevivieron 2.

Leslie suelta una exclamación sin poder evitarlo. Adam pregunta si piensa que Wallace y el Instituto no tuvieron nada que ver. Gethin le dice que escucharon sobre el Instituto pero era un tema prohibido, como si temieran que se enteraran de que podían acudir a él. Él le pregunta si realmente cree que el Instituto es el malo y el equipo de Loward los buenos. Adam responde que piensa que ambos son una mierda, pero es verdad que Loward estaba más rodeado de mierda, al menos a simple vista. Luego les dice que de todas formas no pueden ir al Instituto, pues lo que hay en su sangre es demasiado valioso para que los dejen tranquilos. Leslie pregunta qué es lo especial en su sangre. Los mira a ellos y luego a Adam. Él sonríe de lado.

—Son la gallina de los huevos de oro —se burla.

Ella sigue confundida pero no agrega nada.

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Al día siguiente, por la noche, Anthea se encuentra en el Instituto observando el atardecer desde el balcón por el que Erin y Adam se reunían cuando estaban allí. Entonces llega un científico que le informa que Goti se encuentra estable, pero que su condición depende de su cerebro que está conectado a la máquina encendida en algún lugar por la cual Damon controla a sus soldados hipnotizados, por lo que en el momento en que apaguen esa máquina Goti no podrá seguir viviendo. Anthea le da las gracias y el hombre se marcha. Entonces ella se dirige a la habitación de Goti y lo observa contemplando por la ventana el campamento militar. Charlan sobre el lugar y luego Anthea le cuenta cómo se conocieron y que siempre se han elegido el uno al otro. Goti duda de esta fidelidad y amor eterno, pero ella le asegura que siempre ha sido así, aunque parezca mentira.

Él le pide que le cuente todo lo que sepa de él y ella comienza a hablarle de su pasado antes de que se conocieran: de su padre, que fue científico de Wallace y que murió por la exposición a la radiación, que por eso él le tuvo resentimiento a Wallace por mucho tiempo y odiaba a los niños pródigos, que creció como un marginado por su apariencia andrógina y que se volvió un delincuente en la adolescencia como consecuencia, sacando de quicio a su madre. Pero antes de que pueda seguir contándole más, un guardia llega y le dice a Anthea que han llegado personas.

Afuera, Diane y Erin entran a la tienda que esconde la entrada secreta y Erin dice las palabras secretas. Miles se queda afuera en el coche. Ellas suben unas escaleras y arriba se encuentran con Anthea, que abraza efusiva a Diane y luego a Erin, y les pregunta cómo lograron regresar. Ellas le cuentan lo difícil que fue y Anthea las invita a pasar, pero antes Diane le explica que hay un amigo afuera que necesitan proteger y le piden que lo deje pasar. Anthea responde que esas decisiones sólo las puede tomar Wallace, es entonces cuando Erin le cuenta con dolor que Otto Wallace está muerto. Anthea se quiebra y se sienta en una silla. Erin le cuenta que fue Adam quien mató a Damon Loward y a Otto Wallace en la mansión del primero, mientras Diane le toma la mano a Anthea para tranquilizarla.

Anthea se culpa por haberle contado toda la verdad a destiempo, diciéndoles que fue él quien le rescató del Área 20, pero Erin le dice que no fue su culpa, porque él ya se encontraba desequilibrado por consumir el antídoto de Vita desde antes y le cuenta las cosas atroces que hizo en la mansión. Finalmente, le dice que ella sola se enfrentará a él, pues es la única que puede detenerlo.

Diane le pregunta con escepticismo por qué no lo hizo la primera vez y ella admite que cometió un error: creer que podría confiar en él, pero le promete que esta vez no lo hará. Ella se culpa por la muerte de todos, pero asegura que hará que Adam lo pague con su propia vida. Sin embargo, no puede contener el llanto y sale corriendo a una sala vacía, excusándose. Diane se cruza de brazos y la llama desequilibrada.

—No... —dice Anthea con pena—. Está enamorada.

Diane se sorprende. Anthea le pide entonces que la lleve con su amigo de afuera. Mientras bajan ella trata de convencerla de que lo deje pasar, explicándole que es de total confianza para ella, aunque omitiendo hablar sobre su antiguo trabajo.

Cuando salen se encuentran a Miles fumando a un lado del coche. Anthea se acerca a conversar con él y cuando éste se presenta ella le comenta que le resulta familiar. Miles le explica que su único interés es proteger a Erin y a Diane, por lo cual no piensa decir nada respecto a la ubicación del Instituto, a pesar de que le advierte que la agencia para la que antes trabajaba ya lo sabe, confesándole él mismo su antiguo trabajo. También le dice que anden con cuidado con la gente de Damon, pues aunque éste ya no esté vivo representaba sólo un nombre tras el cual toda una organización se mueve.

Anthea le explica amablemente que, aun así, no puede permitir que entre al Instituto, pero Miles le dice que no desea hacerlo. Sin embargo, permanecerá en Boston para mantenerse en contacto con las chicas y ayudarlas. Al final se despiden con cordialidad.

Anthea regresa al edificio y le explica a Diane que él mismo no quiso quedarse. Diane mira el auto alejarse por la ventana, preocupada. Anthea admite que es un chico inteligente y peculiarmente sincero.

Poco rato después Erin entra más tranquila y le pide disculpas a Anthea. Ella las invita a pasar para que descansen, se duchen, coman y duerman un poco.

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En algún lugar, alguien entra a una habitación. Es grande y cómodo. Un hombre de traje se para frente a ese alguien y le dice que ésta será su nueva habitación.

Este alguien no sabe lo que sucede, ni dónde está ni siquiera quién es. Pero ahora puede moverse y se siente más tranquila. Apenas recuerda vagamente algunos días atrás, pero no se preocupa por ello. Se siente ida, como en un sueño amortiguador.

El hombre le dice que no debe preocuparse por nada, que aquí todo el mundo está para protegerla, que nadie va a hacerle daño y que está a salvo. Ella repite intermitentemente algunas palabras, probando su propia voz. No la reconoce. El hombre le sonríe cálidamente, haciéndola sentir segura.

Más tarde la lleva a una sala amplia con una mesa cromada en el medio. Va de su brazo y lleva un vestido y tacones elegantes. Él le mueve la silla para que se siente. Entonces entran dos personas empujando una silla de ruedas y la coloca en el otro lado de la mesa. La persona en la silla la saluda y le sonríe. Su voz es suave y frágil. Su mirada cansada y gris. Ella misma parece que puede romperse en cualquier momento como una hoja de papel. Pero ella tiene la impresión de que es más fuerte e intocable de lo que aparenta.

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Adam llega a Boston un par de horas después que Erin. Todos van durmiendo. Llegan hasta el edificio en el que estuvo con Goti y Stan mientras buscaban la ubicación de Anthea. Se trata de un edificio viejo y abandonado al lado de una correccional abandonada. Despierta a todos y entra. Lo siguen Gethin y Belle. Leslie se queda afuera un momento, maldiciendo al ver que no es el Instituto. Adentro, Adam les explica qué es este lugar. Les dice que podrán entrar y salir libremente, pero que deberían mantenerse encerrados, al menos durante el día, para no correr peligro de ser descubiertos. Belle no está de acuerdo, pero Adam les dice que no deberían tentar a la suerte. Luego les pide que se instalen donde quieran y duerman. Se marcha mientras Leslie es la única que lo observa.

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Diane y Erin se duchan, se cambian y salen al salón común. Allí esperan y Diane comenta que está preocupada por Miles, pero Erin le dice que él es un hombre astuto y está segura que tiene razones importantes para marcharse. Diane trata de preguntarle si siente algo por él, pero en ese momento entra Anthea con el doctor Wells y el capitán Steeven. Diane tiene que disculparse con este último por haberse ido así, pero el hombre la entiende y la justifica. Ellos ya saben lo de Wallace y manifiestan su pesar. Charlan largo y tendido sobre lo que harán ahora.

Lo primordial es encontrar a Luz y Leo y localizar el núcleo del grupo de Damon. También quieren mantener vigilado a Miles ahora que saben lo de su agencia. Anthea y el Dr. Wells le explican a Erin la situación de Adam y que fue prácticamente imposible para él decidir no tomar el antídoto pues es lo único que lo mantiene con vida, pero a la vez en un estado irracional que no controla. Aun así Erin está cegada por el enojo y no lo justifica. Ella sigue firme en ir detrás de él sola, pero Anthea insiste en que se prepararán para cualquiera que sea la situación y para buscarlo. También empezarán las investigaciones para penetrar en la base de datos que Damon dejó y ubicar al resto de su equipo.

Anthea le da la noticia a Diane de que Goti está vivo pero ha perdido la memoria. Luego se acerca, se pone de cuclillas frente a ella y tomando sus manos le dice con mucho cuidado que Stan murió y ella se queda en shock. Pálida y sin reaccionar, se marcha a su dormitorio sin decir nada más y, más tarde, el resto hace lo mismo. Cuando Erin pasa frente a la puerta de Diane la escucha llorando. Ella está acostada y mantiene la foto de sus amigos junto a su pecho.

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Adam vuelve al edificio con instrumentos para experimentación. Leslie entra con un par de cervezas en las manos, deja una sobre el escritorio de él, y le dice que Gethin y Belle salieron a dar la vuelta. Hablan un poco y ella se le insinúa, incluso lo toca sutilmente, pero él se niega. Al final ella desiste, toma su cerveza y se va, pero Adam la detiene y le pide que le explique por qué sigue con él. Leslie le dice que ha visto su lado bueno, que le debe la vida, que se siente a gusto y protegida con él y que es lo único que tiene ahora, así que tiene su total lealtad.

Adam se queda un momento en silencio y luego camina a la puerta y la cierra con seguro. Luego le dice a Leslie que se equivoca, pues no hay ningún lado bueno en él y que si se confía demasiado terminará muerta. Sin embargo, lo dice mientras se quita la chaqueta. Leslie lo mira fijamente y, cuando él ha caminado hasta ella, responde que tomará sus precauciones. Adam finalmente la besa y con brusquedad la levanta en brazos y se la lleva hasta el sofá para tener sexo con ella.