DDE IV. CAPÍTULO 3

Lejos de la mansión, por la mañana siguiente, en una casa aparentemente abandonada, Leslie se tuerce en el suelo. Adam entra por la ventana como una sombra y la encuentra allí. Leslie se arrastra hacia él y le pide ayuda. Él contempla las jeringuillas vacías del suero que tenía guardado. Enojado, la deja allí y se va a sentar a una esquina, contemplándola. Le dice que se merece morir como una rata, pero ella le suplica ayuda, pues lleva varios días así. Adam se impresiona al saber que una simple humana a podido sobrevivir varios días con el suero en sus venas. Al final le inyecta un poco de heroína para estabilizarla.

Horas más tarde, cuando Leslie se encuentra mejor, lo va a buscar y lo encuentra en otra habitación, poniéndose unos guantes negros. Está pálido y parece cansado. Se inyecta una jeringuilla que él llevaba consigo, aunque no es suficiente para recuperar sus fuerzas. Ella le pregunta cómo es que él puede soportarlo y ella no, y él responde que es porque él no es humano. Cuando le pregunta por qué la salvó él le explica que tiene que pagar por robarse su suministro y le informa que lo va a ayudar a conseguir más suero o la matará. Ella no se niega, pues también quiere más suero. Adam le advierte que puede morir si lo sigue consumiendo, pero a ella no le importa. Él le entrega un arma, preguntándole si sabe usarla y ella asiente.

—¿Para qué la necesito? —pregunta ella.

—Bueno, no vamos a ir a conseguirla a un centro comercial —dice él.

Luego sale para buscar un vehículo, pero ella le pregunta su nombre antes. Él le dice que se llama Adam y con una sonrisa le asegura que es mejor para ella que eso sea lo único que sepa de él.

Al marcharse Leslie se da cuenta de que se trata de Adam Myers e instintivamente saca su teléfono para llamar a Miles, pero se echa para atrás, aún dolida por su rechazo y decide que se ocupará del caso sola, dejando el teléfono sobre una mesa vieja de madera.

~▪️~

En un hostal, a las afueras de Chicago, el teléfono de Miles está sobre una mesa de madera. En la cama Erin se despierta, confundida. Entonces oye una voz familiar.

—Buenos días, princesita —dice Diane, que está de pie junto a la cama.

Cuando Erin la ve se sorprende de sobremanera y le pregunta si es ella la que la salvó y la trajo hasta aquí. Ella le dice que más o menos, pero fue con ayuda. Entonces aparece Miles desde la puerta y Erin se levanta, conmocionada. Miles se acerca a la cama y Erin comienza a atar cabos y a recordar lo que pasó en la mansión. Pronuncia el nombre de Damon y después el de Otto, y se suelta a llorar.

Miles le explica que la encontraron desmayada cerca de la mansión, con el cadáver de Wallace en sus brazos, así que la trajeron a un hostal y que el cuerpo de Wallace lo ocultaron cerca de allí, en el bosque. Cuando Erin logra espabilarse un poco con las palabras de aliento de ambos, Diane comienza a cuestionarla, pero Miles le pide que le dé tiempo para que se recupere, pidiéndole que vaya por algo de comer para Erin. Ella frunce el ceño, pero no replica. Estando en la puerta se gira y nota de pronto la actitud de protección de Miles para con Erin.

Cuando Diane se marcha Erin le pregunta a Miles cómo se conocieron y él se limita a decirle que fue de una manera bastante parecida a como fue con ella. Erin le pregunta si ella sabe que es espía.

—Era —la corrige y le dice que sí lo sabe, que de hecho lo único que no le ha contado aún es sobre el beso que se dieron hace tiempo.

Erin sonríe, pero se muestra algo apenada, así que Miles le dice que puede confiar en él y que ahora está de su lado, aunque sabe que ella aún no confía completamente en él, pero está dispuesto a demostrarle su lealtad y es por eso que ha decidido que no habrá más mentiras.

Poco después vuelve Diane con la charola de comida que deja sobre el regazo de Erin. Ella come mientras Diane fuma en la puerta. Cuando Erin termina por fin comienza a cuestionarla sobre cómo es que se encontraron ambos y cómo terminaron juntos, cómo es que la encontraron a ella en la mansión y qué pasó con el resto del grupo. Miles decide que es hora de las historias.

Se sienta junto a ella y entre ambos le cuentan cómo se reunieron y por qué Miles le mintió a Diane con el fin de encontrarla a ella. Le explican cómo llegaron a Chicago y cómo Diane descubrió la verdadera identidad de Miles, la pelea con Leslie y las sospechas de él de que vuelva con la agencia y lo delate. Luego le cuentan que estuvieron en la ciudad algunos días planeando una forma de colarse en la mansión. Consiguieron trajes para hacerse pasar por agentes de Damon y entonces descubrieron el fuego en la mansión. Acudieron de inmediato y la encontraron cerca de la laguna. Luego le dicen que es la única del equipo de Anthea que lograron encontrar. Por lo demás solo tienen como referencia el Área 20, donde podría estar el resto del equipo, pero no tienen ninguna certeza. Erin les dice que ella pudo ver de nuevo a los gemelos en la clínica donde estuvieron los tres y fueron redirigidos por el equipo de Damon pero no sabe a dónde los llevaron.

Tras pedírselo Miles, Erin cuenta que no recuerda los últimos meses porque la tuvieron dopada e inconsciente. Les cuenta el incidente en la torre, cuando se perdió la electricidad y que fue hasta entonces que recuperó la consciencia, lo que vivió en la torre y cómo se dio cuenta de que la utilizaron para hacer experimentos que mutaron su estado, convirtiéndola en un ser tan poderoso que ella misma no puede controlar bien el poder que tiene ahora. Les cuenta sobre Damon y cómo la ayudó a escapar de la torre, la masacre y el temor que le cogió a su propio poder, que estuvo en la calle hasta que un hombre con una máscara tétrica la llevó con Damon a su mansión. Allí encontró a Wallace, con quien habló y descubrió que ambos estaban interesados en un mismo objetivo que ella no alcanzó a comprender o que no quisieron revelarle. Se abstiene a contar lo que le dijo Wallace al final, sobre las cosas que ella misma deberá descubrir y sobre lo que dijo Damon sobre su relación biorgánica con Adam.

Luego les cuenta la historia de Adam, la historia con Anthea, sobre los experimentos, la fundación del equipo de Wallace y el papel que jugó Damon como Vincent Eyre, como revivieron a Adam, como Wallace se lo entregó a Reese para ocultarlo; les habla sobre el antídoto de Vita y los efectos causados en Adam, describiéndoles el terror que vivió en la mansión cuando él apareció. Ella está enojada y a pesar de que Miles trata de hacerla entrar en razón, explicándole que Adam también ha sido una víctima, ella asegura que él a tomado su decisión y no va a perdonarlo porque sabe que él estaba allí para matar a Otto. Al final promete que intentará actuar con raciocinio y justicia, pero que no se tocará el corazón para hacer pagar a Adam si lo encuentra.

Diane y Miles salen a fumar y ella le dice que teme que Erin haga una locura, pero Miles defiende su postura y deciden llevarla al Área 20 para buscar al resto del equipo.

Antes de partir salen a enterrar a Otto al bosque. Diane dice unas palabras. Erin se niega a decir nada. Diane se acerca a Erin y le entrega la cadena de oro, explicándole cómo la encontró. Erin le da las gracias y la abraza sin poder contenerse. Ella se queda el resto de la tarde allí. Por la noche Miles va a verla. Ella le dice que lo que más le duele es que ninguno de los recuerdos que tenía con él los puede recordar. Miles trata de consolarla, diciéndole que él sabía que lo quería y que ella también sabe que él la quería, y que eso lo supo con sus nuevos recuerdos. Al final ella inclina su cabeza en el hombro de Miles y él la abraza. De lejos, Diane los contempla con una sonrisa nostálgica. Regresa al hostal y saca la foto de Chris, Stan y ella, y la contempla un rato antes de que Miles y Erin vuelvan. Hablan sobre el plan de ir al Área 20.

Por la mañana parten. En el camino Diane les pregunta cómo se conocieron y Erin le cuenta toda la historia. Luego Miles les cuenta sobre su trabajo: que su objetivo era velar los pasos de Adam y Erin. Les explica también que el gobierno cree en Damon, por lo que su organización está encargada de mantener bajo mira las acciones de Damon y no permitir que afecten a terceros o que alguien más se entere de sus proyectos y de la propia existencia de los niños pródigos. Sin embargo, uno de sus superiores dudaba de las verdaderas intenciones de Damon y le había ordenado espiarle, fue justo entonces cuando sucedió el incidente del sector 6 y él mismo teorizó que no fuese un accidente. Es por ello que trataba de localizar a Wallace, ya que su superior le había ordenado ofrecerle una vía de comunicación directa con el gobierno de forma discreta y en independencia a Damon. Miles no sabía realmente qué es lo que su organización pretendía tratar con Wallace ni estaba enterado de la relación entre Damon y Otto, pero ahora supone que sería porque temían que Damon lo traicionara a él o a alguien importante. Miles ahora teme que los planes de Damon fueran más grandes y peligrosos de lo que ellos, el Instituto o el propio gobierno pensara. Les explica que es por todas estas dudas que renunció a su puesto y la importancia de desenmascarar por completo a Damon frente a su agencia. Él sabe lo de Vincent Eyre y tiene cierta información sobre él, pero omite decírselos por ahora.

~▪️~

Adam y Leslie están sobre la carretera. Leslie trata de romper el silencio y termina contándole su vida: que su padre era inmigrante y su madre venía de una familia de esclavos negros, que toda su vida vivió en los barrios bajos y aprendió a defenderse por sí misma; que a los 15 años ya sabía apuñalar y a los 18 se fugó de casa con un tipo rudo. A los 20 volvió embarazada y se quedó con sus padres. Después entró a las fuerzas armadas como policía y pasó 4 años allí hasta que la inculparon por asesinar a un político en una catástrofe armada en una campaña. La torturaron hasta que admitió haber sido contratada por un grupo terrorista, cosa que no fue verdad. La metieron a la cárcel y le quitaron la custodia de su hijo. Después le inventa que escapó con un grupo de matones que la hicieron su esclava afuera hasta que logró escapar de ellos y se quedó a vivir en la calle. No le dice que el grupo secreto que trabajaba con el gobierno la sacó de la cárcel con la condición de trabajar para ellos hasta pagar su deuda con el estado y así le devolverán a su hijo. Al final Leslie se disculpa por explayarse tanto y ser tan sentimental, pero Adam le dice que si necesita desahogarse lo haga sin temor, pero que no permita que su dolor sea más grande que su fortaleza como para convertirse en una mártir. Leslie se sorprende por escuchar esas palabras ligeramente cálidas salir de su boca. No se imagina que despierta empatía en él al hablarle de su hijo.

Más tarde cae la noche. Leslie está durmiendo pegada a la ventana cuando empieza a tiritar. Adam la despierta y le indica que tiene un poco de heroína en la parte de atrás. Ella se pasa de inmediato y se inyecta un poco. Él le pregunta si lo había hecho antes y ella le dice con algo de pudor que sí, pero nunca con tanta necesidad como ahora. Leslie quiere más y se pone muy insistente y necia, por lo que al final Adam se enoja y termina arrebatándole la bolsa. Al final para el auto, lo rodea y toma de los hombros a Leslie con brusquedad, advirtiéndole que no le interesa lo que haga con su cuerpo, pero que él no será su niñera, así que no dejará que se mate con una sobredosis porque entonces va a ser él quien tenga que ocuparse de su cuerpo y no le apetece hacerlo. Leslie finalmente se tranquiliza. Adam vuelve al volante y siguen su camino en silencio.