DDE III. CAPÍTULO 8



La directora acata las órdenes de Damon y le pide a la enfermera que suba a Erin a su habitación para su ejecución. Erin observa a Damon marcharse y su mirada se cruza con la de Luz y Leo, que la miran con preocupación, tristeza e impotencia. Erin los pierde de vista cuando giran su silla y la conducen a la salida. En todo momento aprieta con fuerza en el puño el objeto que Damon dejó allí. En el camino reconoce al chico moreno, al fornido y a la chica que había conocido antes.

Cuando está en su habitación la acuestan en su camilla y la vuelven a conectar a todos los aparatos que la mantienen controlada. Después de varias horas Erin observa a un doctor entrar al cuarto y comenzar a hacer algo en los ordenadores de las máquinas que la controlan. Erin lo contempla, agitada. Él está completamente indiferente a ella mientras comienza a llenar una jeringa con un sedante.

—¿Vienes a matarme? —pronuncia ella con una voz muy débil.

El doctor la ignora.

—Ustedes no quieren matarme —reflexiona mientras contempla al hombre preparar la aguja—. Pero van a matarme —sentencia mirándolo a la cara.

El doctor, molesto, dirige la aguja al brazo de Erin. Ella frunce el ceño, triste, pero sin miedo.

—No pueden matarme —dice ella.

El doctor finalmente la mira con el ceño fruncido. Es entonces cuando Erin aplasta el botón del pequeño aparato que Damon dejó en su mano. Siente una descarga eléctrica que la hace retorcerse toda y lastima también al doctor que la está tocando.

De pronto las máquinas se averían y Erin queda liberada de todos los reguladores, filtros y controladores de energía. De pronto siente como todo su poder vuelve a su control y como su cuerpo se quita un peso de encima. Ella aspira profundamente y libera todo su poder de golpe, fundiendo las luces y averiando el sistema de control de las puertas. El doctor cae hacia atrás con la jeringa en su mano y observa con temor a la paciente. Erin gira la cabeza y lo mira, inexpresiva.

—... Yo voy a matarlos a ustedes —afirma en cuanto levanta con su mente la jeringa y la clava en la pierna del hombre, quien cae inconsciente.

Erin suspira profundo y por fin se pone de pie, recuperando todos sus poderes. Camina por el pasillo y a su paso las luces se van fundiendo y las puertas abriéndose. Al salir al conjunto de pasillos las luces también se funden y todos los chicos salen de sus habitaciones. Exaltados, echan a correr a las escaleras y ella se mezcla entre ellos.

Logra llegar hasta el penúltimo piso donde la atrapan y la llevan hasta la recepción, donde se agrupan doctores y militares para controlar la situación. Al bajar donde reúnen a los chicos que capturan, la directora se acerca a Erin y le propicia una bofetada que le deja marca. Luego ordena que la lleven con el resto. Los militares la meten a una habitación oscura donde encierran a los demás y la vigilan atentamente. Erin los mira sin saber qué hacer, pues ellos le apuntan con sus armas, pero en ese momento aparece entre la multitud el chico moreno de antes y la abraza. Le pregunta en voz baja si ha sido ella quien ha ocasionado todo eso y ella afirma ligeramente con la cabeza. Él se queda a su lado hasta que un ruido seco se oye en la oscuridad y los dos hombres caen al suelo. Alguien abre la puerta lateral y todos comienzan a escapar de nuevo. En el momento en que Erin se da cuenta de que para el resto aquello es simplemente como un juego bizarro, puesto que todos saben que al final van a volver a ser capturados, el chico la toma de la mano y la lleva consigo a la salida.

Afuera se cierne el caos, mientras un puñado de jóvenes con batas blancas corren desesperados hacia todos lados. Entonces aparece la chica de pelo negro y el chico castaño, y los guía hacia una puerta, detrás de la cual hay un pasillo que dirige a la sala principal. Ellos corren hacia las puertas de un elevador. Como no hay luz no tienen cómo salir y la chica les dice que es la única salida. Entonces Erin logra concentrar suficiente energía para hacerlo funcionar. Ella siente que su poder se puede desestabilizar, pero el chico moreno la calma y entrelazan sus manos.

Así, están a punto de entrar al elevador, cuando una bala lo alcanza y cae al suelo. Al volverse, observan a la directora con un arma en las manos. Ella le pide a Erin que regrese con ella si no quiere que los demás mueran. Erin observa al chico en el suelo morir. Él le pide que no se rinda antes de cerrar los ojos y dejar de respirar. Erin derrama un par de lágrimas y comienza a enfurecerse. Le pide a los demás que entren al elevador. La mujer se acerca y dispara hacia la chica de pelo negro, pero Erin extiende un campo de fuerza y entra con ellos. Las puertas se cierran y el elevador baja.

Se cierne el silencio dentro. Después de un momento la chica menciona que no piensa morir en ese edificio. De pronto el ascensor se detiene en el último piso al que puede llegar, que es el que divide al resto del edificio de la zona restringida en la que ellos estaban. Las puertas se abren y se encuentran con un piso solitario y austero, aparentemente un almacén. Ellos se escabullen hasta una habitación de donde roban ropa de unos armarios. Caminan hacia las escaleras y bajan con rapidez. Sin embargo, se encuentran con un grupo de soldados que suben a la parte alta y ellos entran a un piso y se esconden en una habitación que parece ser una oficina. Por la ventana, Erin contempla la ciudad que aún parece bastante lejana.

Ellos continúan bajando por las escaleras hasta que se encuentran a un grupo de vigilantes plantados en uno de los pisos siguientes. Tienen que entrar a uno de los pisos y buscar el elevador, pero se pierden y entran por una puerta que los dirige a una inmensa habitación color carmesí.

Recorren el lugar buscando una salida y se topan con varios hombres que los rodean con armas. Erin trata de sacarlos de allí, pero es separada de ellos cuando los capturan. Ella intenta regresar y atacar a los hombres, arrebatándoles las armas con sus poderes. Se encuentra entonces en una habitación rodeada de espejos, cuando la directora aparece y le ordena que se rinda. Ella pretende enfrentarla, pero la mujer le dispara en la cabeza a la chica de pelo negro. El chico grita de furia y dolor y comienza a llorar sobre su cadáver. Erin, enfurecida, suelta un grito de furia y comienza a soltar su energía.

Impresionada ella misma, observa cómo comienza a crear un remolino de energía, rompiendo todos los espejos de la habitación. Arrebata todas las armas de golpe y comienza a dispararlas sin control sobre toda la habitación. De inmediato comienzan a caer los hombres. Entonces aparece otro grupo que intenta acercarse a ella, pero hay un campo de fuerza que la rodea. El remolino sigue allí, y con los trozos de espejos rotos comienza a matar al resto, incluyendo, por desgracia, al chico castaño que la acompañaba. Uno de los cristales alcanza a la directora, que intentaba huir de la habitación. La incrusta en su espalda, luego en sus piernas y brazos, rebanándola, y finalmente le atraviesa el cuello, cortándole la cabeza.

Cuando por fin se logra detener observa la carnicería que la rodea. Son aproximadamente cincuenta personas. Ella se controla y toma el arma de la mujer. Observa a la chica y al chico, conteniendo el llanto y los temblores al marcharse.

Cuando sale oculta el arma en su ropa y se esconde en otra oficina. Se encierra allí y comienza a llorar. Mira por la ventana que el suelo se ve mucho más cerca. Entonces se asoma y contempla el precipicio. Aunque la idea de saltar le cruza vagamente la cabeza, finalmente se seca las lágrimas y vuelve a cerrar la ventana. Desesperada, se recoge el cabello corto como puede y se echa encima un gorro y una gabardina, se cambia los zapatos por unos que encuentra allí y sale encogida de hombros hacia el ascensor. Entra con un grupo de personas y baja hasta el primer piso. Espera un largo y agónico rato en el que piensa que en cualquier momento entrará alguien a por ella. Pero finalmente, después de largos minutos que son eternos para ella, por fin llega a la primera planta.

Al salir contempla la transitada calle y comienza a caminar lejos. Observa camiones del ejército afuera del edificio, pero ella sigue caminando, fingiendo normalidad, y se aleja de allí.

Comienza a caminar sin rumbo por las calles de la ciudad y se adentra en los barrios bajos. Al caer la noche se encuentra perdida y débil. Poco después de que se detiene en un callejón aparece un grupo de hombres que la acorralan. Ella evita usar sus poderes y trata de huir, pero cuando la alcanza uno la golpea y la tumba. El resto la sujeta y el líder se baja la bragueta frente a ella. Es entonces cuando ella se llena de ira.

—¿Pretendes ser un hombre? No eres más que basura —sisea, aún acorralada.

Ella no puede controlarse más y lanza al hombre contra la pared y a los demás los golpea con la chatarra del callejón, pero otra vez sus poderes se desatan y termina mutilándolos. Ella se tapa los ojos y comienza a gritar sin poder controlar su poder. De pronto siente un piquete en el brazo y se gira, encontrándose a alguien vestido con un traje negro y una máscara de cuervo. Asustada, intenta incorporarse, pero el sedante que acaban de inyectarle es rápido y de inmediato cae inconsciente.

~▪️~

Al despertar se encuentra encerrada en una habitación elegante que escudriña antes de que la puerta se abra y aparezca Damon y una sirvienta que deja una bandeja de comida sobre la mesita de noche y se retira prontamente. Damon entonces le da la bienvenida a su casa. Luego la invita a comer y a asearse antes de conversar. Erin lo mira a él y a la charola con desconfianza, pegada a la pared. Él sonríe con indulgencia y le asegura que no está envenenada ni nada por el estilo. Luego, cuando nota la desconfianza de ella, le explica que para confiar en alguien necesita fundamentos.

Después de que la deja sola ella se queda unos minutos contemplando la puerta, dándose cuenta de que no le echó seguro. Luego se da una larga ducha con agua caliente y se pone una muda limpia que encuentra en el ropero. Luego, tras considerar si comer o no, toma el cuchillo de la carne y se lo esconde para salir de la habitación.

Recorre un largo pasillo y llega a las escaleras, luego baja al hall y entra a una habitación de donde proviene una música instrumental. Entra a una sala amplia y lujosa, recorriendo con la mirada todos los cuadros, que son retratos antiguos. De pronto se detiene frente a uno, que está casi al fondo, de Wallace, Loward y otro hombre. Entonces aparece Damon, sobresaltándola. Le pregunta si sabe quiénes son los hombres del retrato y ella reconoce que no sabe quién es el tercer sujeto. Él le da el nombre: Reese Myers. Ella contempla de nuevo el retrato, sorprendida, y distingue una cadena en el cuello del padre de Adam Myers.

~▪️~

A varios cientos de kilómetros de distancia, Adam conduce el coche robado hacia el Área 20, guiándose por sus sentidos agudizados gracias al suero, que reconocen a tal distancia la esencia de Anthea. Su rostro es inexpresivo y sus ojos están fijos, como los de un depredador, pero aprieta los puños sobre el volante con excesiva fuerza.

~▪️~

Damon trata de acercarse a Erin, pero ella lo amenaza con el cuchillo que lleva escondido. Él reconoce que no se ha ganado su confianza. Le habla entonces de que alguna vez trabajó con Wallace y fue parte de un sueño utópico de salvar al mundo. Erin le pregunta qué clase de hombre es y él se sorprende de que su "querido" Wallace no le haya contado nada.

Luego él le recuerda que antes ella mencionó que sabía quién era él. Ella le asegura que fue él quien ocasionó el incidente en el sector 6. Damon sonríe y deduce que ella misma descubrió aquello por su cuenta, pero ese no es el único papel que desempeñó él en la historia de ella. Erin lo culpa por matar a sus compañeros, pero él la corrige:

—No... Yo salvé tú vida.

Cuando ella le discute esto él le pregunta por qué confía incondicionalmente en la versión de Wallace.

—¿Por Adam? ¿Y qué te hace confiar incondicionalmente en él? —cuestiona sin inmutarse.

Luego le explica que para entender quién es él primero tiene que saber quién es Wallace, qué es el Instituto Wallace, quién fue Reese Myers, quién fue el Dr. Favcosky, quién es Adam Myers, quién es ella misma... y quién es Anthea Mount.

Se sienta en uno de los sofás y le dice que después de escucharlo podrá tomar una postura propia y una decisión por sí misma.

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