DDE III CAPÍTULO 1
Cuando Diane despierta está en una cama, en la habitación de una casa. Se siente mejor, aunque tiene vendado el brazo. Con dificultades se levanta y sale a la sala, donde Miles y Leslie se encuentran.
Al verlos Diane coge el cuchillo de su pantalón y les pide explicaciones. Miles le dice que debería ser más agradecida ya que ellos le salvaron la vida. Miles se comporta como un patán casanova y Leslie lo llama Tony.
Leslie se presenta como Lucy y luego le explica que son caza fortunas y que regresaban al pueblo por esa vía cuando vieron su coche y se acercaron a ayudarla. Después "Tony" pregunta con exaltación quiénes eran los hombres que tuvieron que matar y por qué tenían una apariencia tan extraña. Él insiste en saber quién es ella y qué hacía en ese lugar, pero Diane se muestra renuente a decir nada, sobre todo porque Tony es demasiado entrometido y descarado.
Finalmente "Lucy" lo manda a preparar café y entonces le pide disculpas a Diane, alegando que es un tonto con las mujeres porque nunca ha tenido novia y le cuenta que ellos son primos. Después le cuenta que son caza fortunas desde hace tiempo y que viven allí.
Diane entonces se abre con ella y le dice que necesita recuperar un objeto del auto en el que estaba.
Lucy le informa que el auto seguramente ya esté en el deshuesadero.
El aparato que Diane quiere recuperar es su teléfono. Luego le dice que necesita contratarlos para que la ayuden a volver a un lugar.
Lucy le pide información y Diane sólo le cuenta que estaba en una misión junto con un grupo, pero que después de que las cosas salieran mal al enfrentarse al grupo de personas que los atacaban ella fue la única que logró escapar, así que ahora necesita encontrar a unas personas para que la ayuden.
Lucy le pregunta por la misión que estaba cumpliendo, pero Diane se niega a decírselo, pues es información confidencial, pero le afirma que no es mala y que no busca hacerle daño a nadie si no sólo salvarse y ayudar a sus amigos.
Aunque Lucy se muestra renuente accede a ayudarla luego de que ésta promete una paga al llegar al lugar.
Diane le da las gracias y entonces entra Tony con el café y les sirve, se sienta y pregunta en qué estaban.
—Oh, sí —recuerda—. La bonita pelirrosa nos iba a decir quién demonios es.
Diane se mantiene en su posición de no decir nada, pero de todas formas necesita su ayuda.
Entonces Lucy le explica que ella los quiere contratar para que la lleven con su grupo.
Tony se niega a transportarla a menos que les diga toda la verdad. Después la acusa de ser una malagradecida.
Lucy lo frena, diciéndole que, aunque él no quiera, ella va a llevarla.
Tony termina por molestarse y, tras discutir con él, Diane decide regresar a la habitación.
Cuando ella se va Leslie le pregunta a él, vacilante, si el plan va a ser que Diane lo odie para que tenga más confianza con ella, a lo que Miles responde que tal vez él mismo tenga que manejarla.
Más tarde Tony entra a la habitación y le lleva de comer a Diane, disculpándose por su actitud, pidiéndole que lo entienda. Luego le suelta que no ha sido un día muy normal al encontrar a una chica como ella moribunda en medio del bosque.
—¿Cómo yo? —pregunta ella.
—Sí, bueno, ya sabes. Alguien tan... guapa y atractiva como tú... No es que piense que eres guapa, pero... O sea, sí eres guapa, pero... Yo no creo eso, sólo... Bueno, no es que no lo crea... es que... Quiero decir... Mierda, olvídalo.
A Diane le hace gracia.
—Lucy tenía razón: eres realmente tonto con las mujeres —suelta con una sonrisa incrédula.
—¿Ella dijo qué? —Él frunce el ceño.
De este modo Diane cambia su humor. Luego Tony le dice que si ella encontrara a un sujeto atractivo en medio de la noche, perseguido por hombres extraños, también querría saber todo lo que ha pasado.
—¿Por qué un sujeto atractivo? —se burla ella.
—Es una comparación... O sea, que es como si tú... Mira, ese no es el punto —aclara Tony con un tono algo torpe que denota su conmoción al hablar.
Diane se ríe y le propone que si la lleva a donde quiere ir ella le contestará un par de preguntas.
—Eso no es muy justo —dice él.
—Es lo que hay —le responde ella.
Finalmente él accede y se marcha, dejando a Diane con una nueva sensación de confianza.
Al salir, Miles se dirige hacia Leslie y le dice que ha sido pan comido. Ella rueda los ojos.
—¿El chico rompe corazones ha vuelto a atacar? —sonríe ella.
—No —responde él, caminando hacia la nevera—. No todas las mujeres quieren a un rompe corazones.
Saca una lata de cerveza y la abre con chulería, colocándose frente a ella.
—¿Qué le ofreciste entonces? —pregunta ella, intrigada.
Miles la mira y sonríe.
—A un idiota —se burla.
Después se preparan todos para salir a la carretera.
Suben al auto por la tarde y, mientras Miles conduce, Leslie y Diane miran hacia la carretera en silencio con la radio puesta. Diane voltea un par de veces al frente y descubre la mirada de Tony sobre ella.
—¿Qué? —pregunta con brusquedad.
Él, divertido, dice que comenzará a hacer sus preguntas.
—¿De dónde eres? —pregunta él.
—Washington —responde ella.
—¿Y qué demonios haces aquí? —prosigue.
—Trabajando —contesta ella.
—¿En qué? —sigue él.
—Es confidencial —le corta ella.
Él continúa insistiendo, pero al final desiste. Luego le pregunta quiénes son las personas con las que se reunirán y ella les dice que son soldados que trabajan para la que es su líder (Anthea) y que deberían ayudarla a salvar a sus compañeros.
Luego él le pregunta qué hacía en el bosque y ella le dice que es confidencial pero que, básicamente, estaba luchando por la justicia.
Luego le pregunta cómo sobrevivió y ella le cuenta que fue gracias a una compañera a la que ella siempre molestaba pero que al final se sacrificó para que ella pudiera escapar.
Tony le pregunta su nombre, pero Diane le dice que no le interesa.
—Tal vez sí —rebate él—. Puedo ponerle una cara, incluso ciertos rasgos de la personalidad, con un nombre. Por ejemplo, Lucy tiene un rostro para mí, pero sería diferente si tuviese otro nombre. Si fuese, no sé, una Leslie, una Lana, una Lizzy —se ríe.
Lucy lo mira de soslayo, burlona. Diane finalmente se convence.
—Ella era una Erin —suelta distraída, mirando la ventana.
Entonces Miles aprieta el volante y se queda callado unos segundos.
—Sí, ahora tiene una cara —dice al final, con una voz más ronca.
Lucy pregunta rápidamente sobre el resto de su grupo.
Diane le dice que eran bastantes, pero se dividieron hace unos días y ahora no sabe dónde está el resto, aunque también se dedicará a buscarlos. Luego le pregunta a Tony si no preguntará más.
Él responde, reponiéndose con rapidez para no levantar sospechas, que presiente que la mayoría de sus dudas no serán contestadas.
Diane finge alivio y Tony le asegura que ya sabrá la verdad tarde o temprano. Ella lo reta a que siga intentando y Tony lanza su última pregunta: cuestiona con torpeza si tenía novio.
Ambas chicas lo abuchean y al final Diane se gira a la ventanilla, pero con una sonrisa en la cara luego de escuchar cómo Lucy se burla de la torpeza de su primo.
Continúan en el camino varias horas hasta que anochece. Diane se queda dormida, pero Tony la despierta llamándola "pelirrosa". Ella entonces los guía hasta el bunker, donde no encuentran a nadie en los alrededores. Diane baja para entrar y Tony la sigue.
Adentro está muy oscuro y encuentran a los soldados asesinados a sangre fría. Diane le pide a Tony que la lleve hasta Boston para localizar a otros compañeros.
Tony accede, pero a cambio pide otra pregunta:
—¿Qué harás para salvar a tus compañeros que dejaste en el bosque? —cuestiona, severo.
—Pediré ayuda —responde ella después de un rato.
Ambos salen del bunker y regresan al coche. Tony se da la vuelta para que Lucy maneje, pero antes de subir percibe algo entre la maleza. Va a ver, pero no encuentra nada. Sin embargo, cuando regresa, algo viscoso lo atrapa y lo levanta violentamente. Lucy y Diane salen de inmediato del auto.
Aparece un monstruo enorme, viscoso y aparentemente sin un cuerpo sólido. Levanta a Miles y lo llama Adam Myers. Luego lo estampa contra el suelo y comprueba que no es él. Planea matarlo, pero las balas de Leslie lo distrae. Miles levanta su navaja y corta la mano del monstruo, pero ésta se regenera.
Diane le pide a Lucy que lo mantenga ocupado mientras ella sale corriendo en dirección al bunker. Leslie entonces se dirige al monstruo, disparándole mientras corre hacia él. Miles alcanza el auto y saca el fusil, disparándole a la cabeza, pero ninguno de los dos logra dañarlo con las balas.
El monstruo se dirige a Leslie, pero Miles la alcanza y la quita de su camino. Ambos huyen mientras Leslie vacía el cargador para ralentizarlo. Finalmente lo pierden, pero un pedazo de él los alcanza y Miles lo ataca mientras Leslie corre. El monstruo alcanza a Miles y él suelta el rifle. Leslie alcanza el arma y apunta a su pecho, disparándole al corazón. El monstruo deja caer a Miles mientras, por un minuto, parece que lo han vencido, pero éste se incorpora y los dos tienen que escapar.
Regresan al bunker y Miles le dice a Leslie que deben encontrar la forma de atravesar su cuerpo para penetrar en su corazón. Se tienen que separar para escapar de un ataque del monstruo. De pronto un cohete sale disparado directo al monstruo. Cuando Miles se da la vuelta descubre a Diane desde el techo del bunker con un lanzacohetes. Le da al monstruo, pero ni siquiera lo inmuta. Éste entonces destruye el bunker a golpes. Miles corre hacia el lugar y encuentra dentro a Diane, escondiéndose.
Ella le dice que volverá a dispararle, pero Miles le pide que espere hasta su señal. Ambos salen corriendo, perseguidos por extremidades del monstruo.
Diane se esconde entre los árboles mientras Miles corre hacia él, distrayendo su atención de Leslie. Lo provoca con insistencia hasta que éste lo levanta con una mano hasta la altura de su rostro. Entonces Leslie le dispara con el fusil a la cabeza, distrayéndolo. Miles aprovecha y corta otra vez su mano, liberándose. Se sujeta como puede del monstruo, colocándose en su pecho y, antes de que pueda apartarlo, clava su navaja en su pecho y abre su cuerpo, dejando expuesto su corazón. Entonces Diane dispara el lanzacohetes y Miles salta al suelo, lastimándose seriamente. El cohete va directo a su pecho y lo despedaza.
Finalmente Diane corre hasta donde está Tony y lo encuentra herido. Tony, desvariando, le dice que tiene bonitos ojos. Entonces llega Lucy y lo ayuda a levantarse, pero notan que el monstruo comienza a regenerarse, así que suben al auto y salen a toda prisa de allí. Diane alcanza a mirar por el retrovisor que el monstruo toma forma humana.
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