DDE II. CAPÍTULO 4

En otra parte, dentro de un barco de carga, entre cajas, Diane y Chris se esconden. Al llegar a la costa de la isla Plum bajan por una abertura posterior, por donde se escabullen hasta uno de los muros del laboratorio. Sin perder más tiempo corren hasta una puerta trasera que es una especie de bodega, desde donde entran a un cuarto lleno de cajas y un elevador de carga. Suben a éste y bajan por él. Sin embargo, según el rastreador de Diane, Otto se encuentra más arriba de donde los lleva el elevador (al parecer, es un edificio subterráneo).

Al llegar al piso equivocado tienen que bajar del elevador para no ser descubiertos. Un par de trabajadores se acercan, pero al ver en el elevador cajas sin utilidad para ellos devuelven el elevador. Sin más remedio, Diane y Chris tienen que ascender a pie.

Entonces descubren que están en una granja. Logran colarse hasta las escaleras y esquivan varias salas, pero conforme van recorriendo ese lugar descubren que se trata de un auténtico infierno por las cosas atroces que les hacen a los animales de la granja subterránea, que va desde mutilaciones de lo más inhumanas hasta laboratorios en experimentaciones atroces.

Al llegar a una planta de cubículos escuchan a alguien acercarse y se esconden en una de las habitaciones y allí descubren a un hombre de rasgos africanos. Los tres se quedan de pie, alterados, pero al escuchar personas acercándose el hombre les indica algo ininteligible y les hace señas para que se oculten bajo la cama.

Entran un par de científicos y arrastran al hombre hacia afuera. Diane, preocupada, sale detrás de ellos y, al seguirlos hasta una habitación contigua, descubre un amplio laboratorio donde hacen experimentos terribles con personas. Allí miran cómo inyectan algo al hombre que los ayudó y éste empieza a tener convulsiones espantosas.

Diane, asustada, quiere ayudarlo, pero Chris la aleja de allí. Luego le dice que no pueden hacer nada por esas personas y que su misión es encontrar a Wallace. Diane sigue alterada y le dice que no puede seguir adelante, por lo que Chris debe tomar el liderazgo y le pide que le entregue el GPS. Ella se lo da y comienza a seguirlo.

Así continúan atravesando largas habitaciones, pero al ser tan riesgoso terminan entrando a los ductos de ventilación por donde se arrastran y logran llegar hasta la siguiente planta, pero en el camino Diane no ve un ducto que va hacia abajo y cae por éste. Chris se regresa a buscarla, pero no es capaz de descender por el ducto pues está completamente vertical.

En cuanto a Diane, al caer por el ducto logra sujetarse de las paredes y no caer hasta el suelo, terminando parada sobre la rejilla, tratando de no poner todo su peso sobre ésta. Entonces, abajo, en una oficina, entran dos tipos y comienzan a hablar. Al marcharse uno llama al otro Damon Loward. Al irse, éste se queda unos segundos más y luego se marcha. Diane no alcanza a ver su cara, pero al quedarse vacía la sala toma valor y salta hacia afuera.

Una vez allí, con dificultad por el miedo que tiene, comienza a revisar todos los cajones que encuentra. Logra conseguir unos documentos sobre mutaciones genéticas por radiación, otros documentos directamente relacionados con la investigación del doctor Favcosky, un mapa de los laboratorios que siguen los procesos de investigación de estos temas, una lista de científicos directamente involucrados y otra de candidatos a experimentación, entre los que se encuentran algunos de los niños prodigio. Finalmente hojea un documento con el currículum de Damon Loward, donde alcanza a leer su largo expediente como científico militar.

De pronto alguien llama a la puerta y ella se esconde tras el escritorio. La puerta está cerrada con llave, así que las personas se van. Diane guarda los papeles en su mochila y avanza a la puerta, donde utiliza herramientas para forzarla, luego apaga la luz y se prepara con la pistola que previamente había intercambiado con Chris. Al salir no hay nadie, así que se dirige a toda prisa a las escaleras que están detrás de una puerta. Allí se esconde debajo de éstas y activa su radar GPS para que Chris la encuentre.

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Desde varias plantas más arriba, Chris recibe la señal de Diane, pero al encontrarse ya tan cerca de donde se supone que está Otto decide ir primero por él. Le manda un mensaje simplemente pidiéndole que aguante allí. Sin embargo, al llegar a la habitación donde se supone que está Otto, es interceptado por un guardia que le apunta con una ametralladora. Entonces aparece un hombre de traje y otro más con armas.

El hombre de traje se burla de él y le quita el GPS. Luego ordena a los demás que sigan el rastro del aparato. Luego de que se van, éste mismo hombre mira a Chris con burla y manda a que lo lleven con su amigo, refiriéndose a Otto. Entonces lo dirigen con golpes a una habitación continua.

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Mientras tanto, Diane espera con miedo bajo las escaleras, pero al ver que un grupo de soldados son los que bajan las escaleras, ella deja el rastreador allí mismo y le da la vuelta a las escaleras para escapar por la puerta. Los hombres la siguen y ella echa a correr por un largo pasillo. Gira a la derecha y llega al ascensor al final de otro pasillo, pero entonces, al abrir el ascensor, aparece otro hombre.

Diane le apunta con el arma de inmediato. Al aparecer los demás Diane se escuda tras aquel hombre, que mantiene sujeto del cuello y apuntando a su cabeza. Entonces lo suelta y le da una patada en las piernas para que se caiga. Entra al ascensor de inmediato y tiene que disparar a la pierna del hombre para que éste no alcance las puertas.

Asciende un par de pisos pero detiene el ascensor a la mitad para que no puedan interceptarla. Luego sale por el techo y sube hasta el penúltimo piso. Allí abre las puertas y se esconde en una bodega. Encuentra muchas cosas almacenadas y entre éstas un gran mapa del edificio subterráneo, en donde descubre que los ductos de ventilación llegan hasta un cuarto de destilación por donde se puede acceder a largas tuberías que cruzan todo el edificio y desembocan al fondo de éste, por donde se puede salir y nadar hasta la superficie.

Sin pensárselo más sale de allí y busca un ducto de ventilación. Lo encuentra al final de un pasillo, pero escucha ruidos y se esconde en una habitación vacía. Allí ve cómo un grupo de soldados, que la están buscando, se dirigen hacia el ascensor. Ella sale temerosa.

Como el ducto de ventilación está muy alto se ve obligada a regresar a la bodega y buscar algo útil. Encuentra una soga y se la lleva. Al regresar al pasillo tiene que apresurarse para enganchar la soga y bajar la rejilla. Luego trepa por la soga y entra al ducto. Se las tiene que arreglar para subir la soga y cerrar la rejilla antes de que los militares vuelvan al pasillo.

Temblando de miedo, Diane se da la vuelta y avanza a rastras por el ducto. Tras largo rato llega hasta un gran cuarto oscuro y lleno de desechos químicos y de seres vivos. Controlando el asco que esto le produce, baja por uno de los ductos de desechos y se desliza por éste hasta llegar al fondo, donde cae directo al mar. Una vez allí tiene que nadar con rapidez hasta la superficie. Al llegar se oculta tras un muelle, donde alcanza a subir a uno de los barcos, escondiéndose en la orilla de una ventana.

El barco, que está saliendo del muelle, se dirige con rapidez de vuelta a la orilla. Entonces, antes de atrancar, Diane salta de vuelta al mar y nada bajo la superficie para no ser detectada.

Varios metros lejos del barco sube a la superficie y se oculta rápidamente en la zona boscosa. Agitada y aún temblando por la experiencia vivida, camina hasta un árbol bajo el cual está enterrado un intercomunicador por el cual pide ayuda a Anthea, quien le promete que un vehículo irá por ella de inmediato. Una vez allí se esconde tras el árbol y vomita. Luego mira hacia la isla y promete que volverá por Chris.

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Anthea, aliviada por saber de Diane, ordena al piloto dirigirse hacia el punto de encuentro con el grupo de Erin y Adam.

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Mientras tanto, Stan y Goti van en la carretera en un coche blindado. Goti va con un fusil. Stan va conduciendo a toda velocidad por una carretera desierta. De pronto Goti distingue a lo lejos un gran camión de carga blanco.

—Los veo. ¡Acelera! —le ordena a Stan.

Él acelera y se acercan rápidamente al camión.

Goti apunta con el rifle y dispara a las llantas, pero no les pasa nada porque al parecer están reforzadas. Entonces, soltando injurias, deja el rifle dentro del auto y saca una ametralladora.

Comienza a disparar al camión, entonces un hombre sale por la ventana del copiloto y le devuelve las balas. Comienzan a perseguirse a toda velocidad. Stan logra darle alcance al camión y Goti logra disparar a los cristales, rompiendo el frontal. El camión se desestabiliza y pierde el rumbo. Comienza a dirigirse a una carretera alterna, alejándose de la ciudad, pero luego de otro rato de persecución recuperan la marcha a la ciudad. Goti vuelve a sacar el rifle y apunta al piloto, matándolo de una bala en la frente.

El camión se detiene de inmediato. Stan detiene el auto a un lado. Goti sale, apuntando, pues sabe que el copiloto aún está vivo. Pero entonces ve cómo éste saca el cañón de un lanza granadas. Goti le grita a Stan que salga del auto y ambos corren lejos del coche, que al recibir la granada explota.

Ellos caen al suelo sin recibir mayor daño. Goti se levanta con astucia, aunque lastimado y aturdido, y dispara al camión tratando de alcanzar al hombre. Pero éste arranca el auto de inmediato y al escapar también dispara hacia Goti. Una de estas balas lo roza en el oído izquierdo. Goti cae al suelo con un dolor agónico. Stan le da alcance. Goti quiere perseguirlo, pero Stan se lo impide mientras pide ayuda por el intercomunicador que lleva consigo.

Goti se muestra preocupado porque el camión llegue al Instituto. Stan sabe que a él nunca le ha importado el Instituto. Goti no dice nada más, demostrando que tal vez sí le importe un poco.

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Antes de todo esto, luego de que Anthea llamara al doctor Wells, éste va hacia la sala de estar, donde se encuentran los gemelos. Les informa de la llamada que acaba de recibir y les dice que saquen a Erin de inmediato del Instituto.

Ellos recogen varias cosas y pasan por Erin, que está en su habitación viendo el álbum de fotos.

Leo y Luz no le dan tiempo de pensar demasiado y la sacan corriendo de allí. Salen del Instituto con apuro y suben a un coche que el doctor Wells les prepara. Erin se va atrás y Leo conduce. Una vez en camino Erin pregunta preocupada por Adam, pero Luz le informa que él ya se había marchado esa misma noche, según lo que les dijo el doctor Wells. Erin, sorprendida, asimila con dolor esta información.