DDE V. CAPÍTULO 5

En el piso de Miles, Brad se levanta antes que todos y se encuentra a Diane preparando el desayuno. Cuando termina lo invita a probarlo y él come con mucha hambre, diciéndole que está exquisito. Ella le cuenta que en realidad la cocina le relaja y piensa que ésta podría ser su última comida en forma antes de partir. Brad trata de animarla, asegurándole que volverán y que empezará a pensar en una lista de platillos para preparar cuando todo termine. Esto la hace reír.

Poco después entra Miles y se sienta a desayunar con Brad. Conversan sobre sus planes y Miles termina hablando de lo increíble que es Erin. Diane se marcha hacia el cuarto con mala cara y Miles termina siguiéndola. En el cuarto, Diane contempla a Erin, que aún duerme, con un cúmulo de emociones encontradas. Entonces entra Miles y al verla malinterpreta todo creyendo que está enamorada de Erin. Le asegura que tiene todo su apoyo, pero ella estalla, lo empuja y lo llama idiota. Luego se encierra en el baño dando un portazo.

Erin despierta por el escándalo y mira a Miles, que se encoge de hombros al no entender nada.

Al mediodía Jemy, Brad y Neil se marchan al Instituto con unos teléfonos con rastreador que les da Miles. Erin le hace prometer a Jemy que volverán y él le entrega el álbum de fotos. Se van en el auto de Miles, dejando el coche blindado allí. Erin los mira alejarse por la ventana.

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Goti está acostado en una camilla de la enfermería, esperando a que el medicamento que le inyectaron haga efecto. Ha estado padeciendo terribles dolores de cabeza. Al incorporarse en su lugar, la enfermera Natalie le pregunta si se encuentra mejor.

—Al menos ya no siento como si me taladraran el cráneo —contesta él.

Natalie le pregunta desde cuando sufre estos dolores y él contesta que desde que llegó al Instituto. Ella afirma que el estrés puede ser la principal causa, pero en realidad él cree que tiene que ver con las visiones.

Ya que es imposible que pueda relajarse en medio de la situación que están viviendo, Natalie le entrega un ansiolítico para que lo tome por las noches en las que experimente dolores fuertes. Luego, cuando está a punto de irse, le da el pésame por lo de Anthea, pero él se muestra confundido. Ella se apena al darse cuenta de que él aún no lo sabe. Goti la toma de los brazos e insiste en saber quién le dijo que está muerta. Finalmente ella le cuenta que el comité directivo dio el anuncio. Enlista los nombres y Goti aprieta la mandíbula al escuchar el nombre de Pyers.

Se marcha de inmediato directo a la oficina de Pyers, donde lo encuentra reunido con otros tres directivos. Le reclama sobre la noticia de la muerte de Anthea. Pyers le explica con tacto que las investigaciones les dieron esa información, pero decidieron no decírselo por temor a su reacción.

—¿Esperas que me crea esa mierda? —Goti se burla sin gracia.

—Sé que es difícil aceptarlo...

Goti interrumpe a Pyers y recalca que es mentira, pues sabe muy bien que está viva.

—No sé si es que son un montón de ineptos que no saben hacer su trabajo, o si estás mintiendo deliberadamente, pero nada de lo que me dices es verdad y lo sabes —masculla con rabia.

Al no obtener respuestas claras, les advierte que no dejará las cosas así antes de marcharse.

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Los chicos llegan al Instituto por la tarde, mientras llueve. Los dirigen a la base que se ha montado dentro del edificio. Allí los interrogan hasta que llega Pyers, quien desconfía de la historia de que se escaparon de Erin y decidieron regresar. Se muestra especialmente escéptico con Jemy. Éste le recuerda que también era un alumno del Instituto, pero Pyers le recuerda que también era el novio de Erin. Jemy lo mira en silencio, con rencor.

Al final los llevan a los laboratorios, diciéndoles que estarán más seguros allí mientras los oficiales estén arriba. Esto los toma por sorpresa a los tres, pero ya no pueden marcharse.

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Goti vuelve a la habitación improvisada que le han dado en la zona de cubículos. Está furioso y comienza a patearlo todo. Entonces, frente a su puerta, cruzan los tres chicos escoltados por guardias. Él los reconoce de cuando estuvo bajo órdenes de Damon. Estaban encerrados en mazmorras vendados y encadenados. Damon hablaba de usarlos para medir la reacción de Erin.

Goti sale al pasillo y le pregunta a uno de los guardias qué sucede. Él le explica que los interrogarán y los mantendrán aislados, pues escaparon con Erin la otra noche y probablemente sepan dónde está ella. A Goti no termina de gustarle nada de lo que está pasando aquí.

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Por la noche, Miles y Erin checan la información que tienen en el ordenador. Erin se da cuenta que Diane ha estado ausente todo el día y se dirige a la sala donde la encuentra fumando junto a la ventana y se sienta con ella. Platican superficialmente hasta que Erin decide enseñarle el álbum. Entonces saca una foto donde le enseña a un chico llamado Miles. Diane se da cuenta de que es su Miles. Erin le explica toda la historia de él y porqué cree que está perdiendo la memoria, cuando en realidad está sufriendo daños por el borrado de memoria que le practicaron.

Erin le entrega la foto y le pide que ella se lo diga, pues con ella tiene más apego y la va a necesitar a su lado. Diane se sorprende y le dice que no cree que ella sea la indicada ya que considera que a él le importa más Erin. Ésta entonces sonríe y le dice que hay una gran diferencia entre querer y amar.

—A mí me quiere, pero a ti... —dice con una sonrisa, mientras deja la foto en sus manos.

Diane se sorprende y le confiesa que teme correr la misma suerte que las otras veces que se ha enamorado de hombres buenos, creyendo que los únicos que la quieren son los malos. Erin le muestra su apoyo y la convence de que algún día se anime a confesarse. La abraza y Diane le dice que, pese a todo, está dispuesta a contarle a Miles la verdad de su pasado.

Cuando vuelven al cuarto Miles les informa que ha encontrado a Adam. Erin decide ir a buscarlo de inmediato. Les pide que la mantengan informada sobre Jemy, coge un abrigo, el celular y un arma. Cuando se marcha Miles se muestra preocupado por ella y Diane esconde la foto en su bolsillo, incapaz de hablar del tema ahora mismo.

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Después de otra noche sin poder dormir, Goti decide subir a la superficie, pero un guardia se lo impide. Goti reclama, pero él hombre alega que no tiene autorizada la salida.

Entonces un científico, alto y rubio, de aspecto europeo, se acerca y saluda a Goti con júbilo. Le explica que trabajó con su padre muchos años y lo admiraba. Se muestra feliz de ver a su hijo siguiendo sus pasos, pero él afirma que sólo está allí por Anthea. El hombre le da su más sentido pésame, pero a Goti lo ignora y le pide ayuda para salir. El científico le explica que es más seguro mantenerse aquí por un tiempo, pues hay mucha gente deambulando arriba. Se despide amistosamente, dejando a Goti en la misma situación.

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Jemy se esconde en el baño para intentar comunicarse con Miles, pero el teléfono no tiene señal. Sale después de un rato con el celular escondido en el zapato.

Afuera, el doctor Wells lo escolta hasta su habitación mientras le pregunta si no tiene idea de dónde podría estar Erin. Jemy contesta que ha dicho todo lo que tenía que decir y que no pueden engañarlo, pues aunque pretendan mostrarse amables, los tratan como delincuentes sin razón. Wells se marcha sin añadir nada más y después de un rato otro sujeto entra. Jemy lo trata igual que a Wells, pero éste le dice que no es uno de ellos. Se presenta como Alan Goti, le dice que conoce a Erin y le explica lo que pasó con Anthea, pero Jemy, aunque más amable, no le revela nada. Goti no insiste, pero al marcharse le advierte que Pyers planea mandarlos a Washington en cuanto antes y no los dejará salir a la superficie, así que si planean huir deberían hacerlo cuanto antes.

Al salir un hombre mayor intercepta a Goti y lo interroga con desconfianza, pero él alega que no es un prisionero y puede visitar a quien le dé la gana.

Jemy entra a la habitación donde están Brad y Neil, y les cuenta lo que dijo Goti. Neil externa su preocupación de ser más una carga que una ayuda para Erin y confiesa que tal vez sea mejor ir a Washington, pero Jemy no piensa traicionar a Erin y al final se enfada y se marcha. Brad le dice a Neil que piense en todas las personas que perdieron la vida por culpa de Damon.

—Tal vez nosotros no cambiemos la historia —le dice el rubio—, pero yo quiero participar en ella.

Se marcha también, dejando a Neil con sus dudas. Luego va a ver a Jemy y le pide que no rompa lazos con Neil por una disputa. Finalmente se va a su habitación luego de que Jemy le promete que no lo hará.

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Erin llega al edificio indicado por Miles y lo encuentra cerrado. Gracias a él sabe que hay un agujero en el techo, así que consigue subir y se arroja al interior con un campo de fuerza. Pese a ello se hace un poco de daño y mientras se levanta contempla la construcción en ruinas. Cree que está abandona hasta que alguien la llama desde las escaleras. Al girarse Leslie y ella se reconocen de inmediato.

Erin le explica que está buscando a Adam y Leslie responde que no está aquí, ordenándole que se marche. Erin se niega y Leslie pretende enfrentarla, pero en ese momento Adam sube del laboratorio y las encuentra al pie de las escaleras. Erin no duda en ir hacia él y le reclama que se haya marchado así, pero él insiste en quedarse hasta terminar lo que debe hacer. Erin se dispone a esperarlo. Cuando él pretende volver al laboratorio ella lo sigue e inician otra discusión. Al final ella le dice que si no sube en una hora bajará sin importar lo que diga.

Adam acepta y se marcha de mal humor. Erin se gira y le pregunta a Leslie si puede esperarlo en un lugar más cómodo. Leslie, impresionada al ver como fue capaz de condicionarlo, la dirige a la vieja sala y no puede evitar preguntarle cómo hizo para encararlo. Erin admite que es porque tiene el mismo nivel de poder que él. Luego le dice que le sorprende que él la esté protegiendo, a lo que ella responde que Adam no es el monstruo que todos creen y alberga la esperanza de sacar a la luz al Adam bueno y amoroso que sabe que es en el fondo. Erin se da cuenta que Leslie está enamorada de él, pero ella lo niega.

Erin le advierte que no confíe demasiado en él, pero antes de irse Leslie le dice que no dejará que nadie le haga daño, a lo que Erin replica que ella no dejará que él le haga daño a nadie más. Leslie le sonríe con ironía y se va.

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En el sótano, Adam continúa con las pruebas cada vez más frustrado. Ha logrado replicar el aislante necesario para filtrar el excedente de químicos dañinos para los cuerpos de Geth y Belle, pero no logra reproducir el suero. Harto, se gira hacia las camillas y los contempla unos minutos. Sabe que la única opción que queda es matarlos, pero cuando empieza a considerar la idea el reloj marca la medianoche y recuerda la advertencia de Erin. De pronto siente un dejo de culpa. Abrumado, niega con la cabeza y sube.

Busca a Erin hasta encontrarla dormida en un sofá. La contempla unos segundos antes de cargarla y llevarla al piso de arriba. Entra a una de las habitaciones vacías y la recuesta en una gran cama vieja. Le quita los zapatos y la arropa antes de pasar sus dedos por la cadena que cuelga de su cuello y luego por la marca que él le hizo la noche anterior cuando estaba en trance. Aparta unos mechones de pelo de su rostro. La contempla un momento más y se queda pensativo, profundamente contrariado. Finalmente se marcha de vuelta al sótano. Leslie lo escucha bajar desde la otra habitación y se asoma, mirando con recelo hacia la habitación donde se encuentra Erin.

Adam continúa tratando de aislar el principio químico del antídoto toda la noche, cayendo rendido al amanecer.

Erin despierta confundida. Se da cuenta de que Adam la llevó a la cama y siente un molesto dolor en el pecho. Abajo se aburre rápidamente y luego de meditar las consecuencias decide bajar al sótano. Recorre el laboratorio y se encuentra a Adam durmiendo sobre su mesa de trabajo. Al acercarse contempla su brazo izquierdo. Está a punto de tocarlo cuando la campana del reloj la sobresalta y la echa para atrás. Se aleja para seguir viendo el lugar, hasta que descubre a Belle y a Gethin, sobresaltándose. Entonces Adam despierta.

Erin le pregunta quiénes son y por qué los tiene ahí, culpándolo de secuestrador. Adam le explica a regañadientes que son los sujetos experimentales 1.0 y 2.0, con respuesta positiva a la adición del gen mutante. En ellos se adaptó correctamente los químicos que formaron el antídoto de Vita, convirtiéndolo en parte de su propio código genético. Sujetos como mellizos Kagee o Stanley y Chris son predecesores sin éxito de estos experimentos. Geth y Belle son como un pozo sin fondo del producto final para la manipulación artificial del gen mutante que sirve como materia prima para la creación de todo el armamento biorgánico que Damon utilizaba.

—Y para la creación de ti y de mí, como lo que somos ahora —asevera Adam.

Le explica que, sin Belle y Gethin, la gente que operaba para Damon no podrá seguir creando monstruos como hasta ahora. Le dice que seguramente los están buscando y que, de ser capaz de extraer el principio del antídoto, podría usarlo para crear él mismo el suero. Cuando Erin le pregunta por qué ha tardado tanto él confiesa que la única opción que le queda es matarlos. Erin se opone y le pide que los despierte. Aunque esto los hace discutir, al final Adam accede, recordando de nuevo las palabras de Geth.

"Harías bien en regresar con esa tal Erin antes que buscar el antídoto de Vita."

Él desactiva las máquinas y, poco a poco, Belle y Gethin comienzan a despertar. Belle despierta primero; Gethin se levanta después. Belle mira a Adam, está a punto de caer pero el la sostiene.

—¿Así se sentirán los osos después de invernar? —ella trata de bromear con voz débil.

—¿Como si les acabaran de sacar cuatro agujas de los brazos y un tubo de la garganta? —responde Adam—. No, yo creo que no.

Ella ríe sin fuerza. Luego cruza miradas con Gethin, que alcanza su mano para tranquilizarla. Finalmente ambos caen en la presencia de Erin. Adam la presenta y Geth sonríe al saber quién es. Ella ayuda a Adam a subirlos. Los llevan al sofá y él trae consigo un par de frascos que les entrega. Se trata del aislante que podrán usar para depurar su sangre. Belle le pregunta si consiguió replicar el antídoto.

—Algo así —responde, tranquilizándola.

Erin lo mira en silencio mientras Leslie contempla todo desde las15 escaleras.

Adam les dice que deberían irse lejos para estar a salvo, pero ellos quieren ir al Instituto. Erin les cuenta que ya no existe y ahora mismo no es seguro mandarlos a Washington. Adam y Erin discuten porque ella sigue defendiendo al Instituto, alegando que actuaron por miedo. Adam le asegura que si vuelven a hacerle daño los matará.

—¡Vaya! Es más intenso de lo que pensé —se ríe Geth.

Erin asegura que se encargará de hacer pagar a los culpables y arreglarlo todo. Entonces Belle le dice que irá con ella, afirmando que son capaces de defenderse y luchar si hace falta. Al final Erin acepta a expensas de la negativa de Adam.

Él sube para empacar. Leslie lo sigue y le pregunta si se irán con ella. Adam está molesto por la intervención de Erin y le pide que se dé prisa. Ella guarda sus cosas pero entonces Adam la toma del brazo y le explica que mañana a primera hora irán al banco y abrirán una cuenta. Luego retirarán algunos miles de dólares antes de salir de la ciudad. Le asegura que sabe cómo hacerlo ya que trabajó para una agencia de inteligencia secreta del gobierno hace años y no va a involucrar su nombre en ningún momento. Pero a cambio le pide que se aleje de él y vuelva con su hijo.

Leslie se suelta y le recuerda su trato. Al final él admite que no quiere ponerla en peligro. Leslie, conmovida, lo abraza y lo besa.

—No soy tan frágil como crees —le susurra sobre los labios mientras él la mantiene en sus brazos.

A pesar de sus peticiones no consigue persuadirla y al final ambos bajan para marcharse con Erin.